Y resultó ser que el público que visita el blog (que en realidad somos nosotros mismos) cree que no tiene caso ni solución, que nunca nos aprenderemos el estribillo del cuplé de la muerte...
En fin, improvisaremos a morir... cuac!
Los recibimos nuevamente desde el escenario, vivieron el reencuentro tan o más emocionantemente que nosotros y les agradecemos infinitamente, como tantas otras veces que fueron y que serán, por darnos su aplauso sincero y por hacernos creer que todo esto vale la pena...
Deeeeeeesalojaaaaaoooooo.... es un sentimientoooooo..... no puedo paraaaaaaar.....!!!!!!